Relación entre la actividad física y el desarrollo cognitivo


La interrelación entre la mente y el cuerpo ha sido objeto de discusión y estudio entre filósofos y psicólogos desde tiempos históricos. Ha habido dos perspectivas, la dualista que propone una separación entre ambas, y la holística que afirma que las dos están íntimamente interrelacionadas. Históricamente, los filósofos griegos y hebreos adoptaron una posición dualista, viendo la mente y el cuerpo como entidades separadas, pero más recientemente, la posición holista o ¡nteraccionista es la que predomina (Bunge, 1985; Popper y Eccles, 1977).

Cultura griega: 

Hay un pensamiento heredado de la cultura griega qué ha servido como estandarte del movimiento qué apoya la práctica del ejercicio físico y es el de "mente sana en cuerpo sano". Es decir, se propone qué el ejercicio físico tiene un efecto dual, tanto sobre el cuerpo como sobre la mente, y como tal ha sido aceptado en forma acrítica por muchos partidarios del ejercicio y el deporte. Es interesante hacer notar que la investigación científica sobre la validez de este concepto se inicia a mediados del presente siglo.
La interacción propuesta entre los dos elementos, mente y cuerpo, se ha podido examinar estableciendo un puente entre ambos, siendo este elemento común el cerebro. Desde una perspectiva psicofisiológica, los científicos han podido establecer teorías acerca del desarrollo y funcionamiento del ser humano. Piaget (1936), fue de los pioneros en proponer que el desarrollo intelectual del niño va parejo con el desarrollo motor.

¿Qué beneficios obtenemos y cómo los estudian?

Otros teóricos del desarrollo motor como Kephart (1960), sugieren que un niño con problemas de aprendizaje puede estar sufriendo en realidad de problemas perceptuales y motrices. En cambio, existen en la actualidad diversas técnicas qué los científicos utilizan para examinar esos mecanismos o puentes. Una de esas técnicas, viene del área de la neuropsicología , y es el estudio del flujo sanguíneo en el cerebro, donde se ha encontrado que posterior a hacer ejercicio de moderada intensidad, se nota un aumento en el flujo sanguíneo cerebral como consecuencia del ejercicio (Herholtz et al 1987; Jorgensen, et-al 1992; Thomas et al 1989). Se ha propuesto que este aumento en el flujo sanguíneo en el cerebro favorece el funcionamiento del mismo ya que produce un acrecentamiento en sustancias como el oxígeno y la glucosa (Chodzko-Zajko, 1991; Jacobs, et al, 1969; Madden, et al, 1989; Speith, 1965).
Otro mecanismo qué se ha utilizado para explicar el nexo causal entre la mente y el cuerpo, es la influencia del ejercicio en los neurotransmisores cerebrales. Diversos estudios han mostrado qué hay un cambio en los niveles de neurotransmisores después de una sesión de ejercicio. Se ha encontrado un aumento en los niveles de norepinefrina (Ebert, et al, 1972; Gordon, et al, 1966; Mitchell, flynn et al, 1990), un aumento en serotonina (Barchas y Freedman, 1963), y en endorfinas (Bortz, et al, 1981). También los investigadores han hallado cambios producto del ejercicio realizado en forma crónica, como Poehlman y Danforth (1991) y Poehlman, Gardner y Goran (1992) quienes encontraron un incremento de norepinefrina en humanos; Brown y otros (1979); Brown, Van Huss (1973); Radosevich y otros (1989), quienes localizaron un aumento en norepinefrina en animales. Estos cambios son importantes en relación al funcionamiento cerebral porque provocan altos niveles de norepinefrina que están asociados con mejor percepción mental (Kalat, 1992; Zornetzer, 1985).
Los siguientes investigadores Dwyer, et al. (2001) señalan qué hay una correlación positiva entre los programas de educación física y el desempeño escolar ya qué los alumnos que practican regularmente alguna actividad física desarrollaran su sistema cognoscitivo, y por ende, tienen mayor capacidad en su memoria para capta mejor la información proporcionada por sus maestros. Milne, et al (1943), hallaron en sus investigaciones qué existe una relación positiva en el papel que desempeña la inteligencia en relación con la actividad física, es por ello, que el alumno tendrá qué reforzar mediante la practica de alguna actividad física su desarrollo mental durante su estancia en la universidad con el propósito de tener mayor integración social y grupal. Por lo tanto, es trascendental qué la juventud que recibe la actividad física adicional, tiende a mejorar las cualidades como función creciente del cerebro; con relación al alimento, provocará niveles más altos de concentración de energía los qué van a constituir cambios en el cuerpo que tienden afectar el autoestima del uno mismo, y ayudar a tener un comportamiento mejor qué pueda ayudar al sistema cognoscitivo.

Bibliografía: 

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